Un producto natural que se usa a menudo para cocinar y limpiar el hogar, el bicarbonato de sodio es muy efectivo para lavar los dientes con el fin de hacerlos más blancos y eliminar todas las manchas superficiales causadas, por ejemplo, por el consumo de café y tabaco. Sin embargo, el bicarbonato no debe entenderse como un sustituto de la pasta dental diaria, de hecho, su uso como remedio blanqueador debe ser limitado y, sobre todo, debe cumplir con ciertas reglas precisas, evitando encontrar inconvenientes desagradables. ¿No sabes cómo hacer? No te preocupes en este artículo conocerás como blanquear los dientes con bicarbonato sin dañar su esmalte.
El bicarbonato de sodio se usa comúnmente en consultorios dentales al final de las sesiones de higiene como parte de la práctica definida como ” pulido por aire”, que se lleva a cabo aplicando un aerosol que consiste en agua, aire y bicarbonato de sodio en los dientes. La misma sustancia natural también se puede usar en el hogar para lograr el blanqueamiento natural sin comprar productos caros que contienen agentes químicos de varios tipos. Además de pulir el esmalte y eliminar las manchas oscuras, el bicarbonato también ayuda a eliminar la placa que cubre los dientes gracias a la acción limpiadora y abrasiva de los pequeños granos que componen esta sustancia.
Instrucciones de Uso
El bicarbonato de sodio está fácilmente disponible en el mercado, al igual que los otros componentes necesarios para preparar una pasta blanqueadora natural en el hogar. De hecho, es necesario tener un limón para hacer unas gotas, para mezclarlo con bicarbonato. Estos son todos los pasos a seguir semanalmente:
- Tome con una cucharadita una pequeña dosis de bicarbonato de sodio;
- Vierta unas gotas de jugo de limón sobre el bicarbonato de sodio;
- Tomar la mezcla con el cepillo de dientes y frotar suavemente contra los dientes;
- Enjuague bien con agua.
Alternativamente, también puede usar bicarbonato de sodio y agua mezclados para cepillarse durante un par de minutos. Incluso en este caso, se recomienda un enjuague minucioso para eliminar cualquier residuo.
Contraindicaciones y Riesgos
Como se mencionó, la limpieza de los dientes con bicarbonato de sodio se puede realizar una vez por semana, pero no puede convertirse en un hábito diario. En algunos casos, como en presencia de enfermedades sistémicas que afectan negativamente el PH oral, como hipertensión, insuficiencia renal y enfermedad de Addison, que implica una hipofunción de la corteza suprarrenal, el uso de bicarbonato puede exacerbar el trastorno. En estos casos, es importante pedirle a su dentista una consulta para obtener una opinión profesional adecuada.
Sin embargo, incluso sin enfermedades específicas, el uso de bicarbonato de sodio para cepillarse los dientes puede exponerlo a una serie de riesgos que no deben subestimarse:
- inadvertidamente tragar bicarbonato puede producir quemaduras de la mucosa oral;
- cepillarse los dientes con bicarbonato con demasiada frecuencia altera el pH de la boca y la cavidad oral, dañando el equilibrio de la flora bacteriana;
- el bicarbonato de sodio puede ser demasiado abrasivo no solo para el esmalte sino también para las encías , que pueden sangrar fácilmente;
- en presencia de problemas previos con dentina o cemento radicular, el bicarbonato corre el riesgo de causar un claro empeoramiento de los síntomas;
- La abrasión excesiva causada por el bicarbonato puede causar una mayor sensibilidad dental, como consecuencia de una retracción molesta de las encías.